Noticias del Lente en taller

El árbol blanco: corpus de un sueño

Por: Ricardo Sarmiento

_DSC1220 (Small)

Un pequeño príncipe, hijo de reyes tiranos, tiene un sueño del cual solo recuerda  versos sobre las bondades que traerá el nacimiento del árbol blanco. Su sueño es su acto de fe. Fuera del palacio se afilan las armas para la revolución del pueblo. Nuestro príncipe es ajeno a la condición de miseria en tanto cree en la existencia de un árbol que, cual fuente de la vida, sirve de bálsamo a los padecimientos humanos.

El árbol blanco es el último estreno de Retablos, una obra de fábula en la cual la acción dramática se dilata hasta la inmovilidad. Recurre a la acumulación de sucesos para provocar la progresión, pero el mayor acierto en la historia radica en la reiteración del sueño del príncipe. Nada importa más que el sueño: si fracasa, si se cumple; y alrededor de él danzan muñecos y actores. Cuando el actor que manipula al príncipe mueve al muñeco de forma tal que pasa a primer plano el acto de transmisión de la vida y no el resultado titiritero, estamos cerca de construir el camino del recuerdo: se establece el diálogo con el recuerdo que tiene el príncipe de su sueño, donde las palabras pueden olvidarse porque en el cuerpo del personaje se ha escrito el crecimiento del árbol y sus milagros.

La poética del director se manifiesta en lo grotesco, pero más aún en lo que pudiera llamar técnicas de relación: distintas técnicas, dimensiones y vestuarios se emplean para representar un mismo personaje; la perspectiva se transforma en la medida en que los objetos escenográficos se revelan; el imaginario del mundo al cual recurre plagado de zonas oscuras, coreografiadas sobre el filo de una navaja… Su poética vuelve a traer la exposición del sufrimiento, el martirio, y las vertientes de la ironía o la trascendencia que bien pueden ir de la mano. Seres humanoides, surreales, con almas despiadadas, nos sumen en la pálida sombra que emite el reflejo de un grabado de Goya.

¿Acaso no es lento el tiempo cuando asistimos al surgimiento de una pasión?

Deja un comentario